Haya sido estrategia o no, lo que es indudable es que este hiato en la carrera del grupo de James Mercer se ha desarrollado de forma satisfactoria. Grupo que comenzó su andadura, bajo la etiqueta The Shins, con el brillo de un debut perfecto, nos referimos a Oh, Inverted World (2001) donde ese pop añejo sesentero sonaba tan actual y donde ya se empezaban a vislumbrar majestuosas melodías que acompañarían a sus siguientes trabajos.
En Chutes Too Narrow (2003) refinaron su fórmula y gozaron ya de una popularidad considerable batiendo el record de ventas en su discográfica Sub Pop, y tras un pequeño paréntesis volvieron renovados con Wincing the Night Away (2007) donde su sonido se expande en múltiples direcciones no transitadas previamente.
Pero los problemas internos en la banda ya estaban latentes y se anunció un descanso de la banda cuando en realidad se había desintegrado por completo, Mercer junto a Danger Mouse lanzó un álbum de pop bastante más experimental de lo que nos tenía acostumbrados que a la postre a servido de visagra para este quinto álbum de la banda, ya solo con Mercer como vestigio de la formación original.
Port Of Morrow (2012) parece una síntesis perfecta de la fórmula Shins. No dudan en comenzar con artillería pesada en la experimental “A Riffle’s Spiral” y tampoco de intercalar suntuosas baladas por el camino dando un conjunto variado y equilibrado. Y lo bordan de nuevo cuando apuestan por temas pegajosos como el single presentación “Simple Song” con Mercer exhibiendo su poderío vocal en un estribillo inolvidable, o las rítmicas “No Way Down” y “Bait And Switch”.