‘Canciones para robots románticos’, el nuevo álbum de Fangoria, ha salido hoy a la venta y ya se encuentra disponible en las plataformas de streaming habituales. Ahora sí se puede decir con conocimiento de causa que Fangoria acaba de publicar uno de sus mejores trabajos en años. Esto no significa que señale con el dedo acusador ninguno de sus discos, pero sí reconocer que todo lo que vino después de ‘El extraño viaje’ (2006) me sonó bastante repetitivo… divertido y bailable al máximo… pero repetitivo.
Los dos singles que han servido de adelanto al estreno de este nuevo álbum, ‘Geometría polisentimental’ y ‘Fiesta en el infierno’, parecen haber sido escogidos a conciencia para mostrar cuál es el paso adelante que ‘Canciones para robots románticos’ nos iba a mostrar, pasando de ese aire Pet Shop Boys que habían adquirido y que habían sabido explotar al máximo, a una mezcla explosiva y perfecta de secuencias revientapistas de hoy con melodías y coros que nos traen de nuevo aquellos éxitos petardos geniales de los 70-80 que tantos sábados habremos bailando hasta las y pico de la mañana, cantándolos hasta desgañitarnos. El ejemplo perfecto sería una pregunta: «¿Cómo sonarían hoy Baccara?» La respuesta la tendrías en el estribillo de ‘Iluminados’.
‘Canciones para robots románticos’ no ha salido de una discochurrería… ha sido parido… y así les ha quedado, claro.
Todas las canciones de este nuevo trabajo de Fangoria te saben mostrar a los Alaska y Nacho de siempre con ese paso adelante en la producción que muchos fans venían pidiendo desde hacía tiempo. Tras la primera escucha se hace complicado descartar alguna canción, ya que todas, en mayor o menor medida, consiguen ofrecerte algo, ya sea el giro de la melodía y la letra en un estribillo o simplemente un coro, pero te sonará tan, tan bien, que acabarás escuchando el disco completo una y otra vez, desde el pelotazo más bailable (‘Voluntad de resistir’, ‘Geometría polisentimental, ‘Fiesta en el infierno’) hasta la canción más oscura (‘Delirios de un androide cardado’, ‘La procesión va por dentro’).
Toca aplaudir la calidad de la producción de estas ‘Canciones para robots románticos’. No sé si Nacho y Alaska han estado más inspirados o si simplemente tenían todas las ganas de publicar estas canciones, pero es que no hay tema que suene a descuidado o hecho en cinco minutos.