Desde el éxito que supuso el álbum Wasting Light para Foo Fighters cuando se convirtió en su primer álbum en llegar al puesto número uno en 2011, su líder Dave Grohl afirma que ganó puntos entre sus seguidores al trabajar en el lado más experimental del grupo, un factor que parece que volverá a estar presente en el sonido de su próximo álbum a publicarse en el otoño (boreal) de este año.
Grohl declaraba a la prensa en los últimos días: «A medida que nos íbamos recuperando del éxito del último álbum, me di cuenta que ya teníamos la oportunidad para ponernos más raros con nuestra música, es decir, si quisiéramos hacer algo más loco este álbum sería el indicado. Esta vez, si quisiéramos, podríamos hacer un álbum más oscuro, al estilo de Radiohead y dejar a todo el mundo alucinado».
Grohl agregó posteriormente: «Luego pensé, ‘al carajo’, en vez de poner grandes estribillos al estilo estadio de futbol, porque eso es lo usualmente que hacemos, los ponemos esta vez en medio de secciones instrumentales que tomarán por sorpresa al que lo escuche. El sonido en sí es una progresión o una evolución, eso estoy seguro, pero definitivamente es un disco que suena a los Foo Fighters».