La hermana de Syd, uno de los fundadores de la extraordinaria banda Pink Floyd, ha declarado hace poco que él nunca se vio atraído por la fama y que su retiro del mundillo musical se debió a una combinación de excesivo LSD y una excéntrica personalidad creativa.
Barrett salió de Pink Floyd en 1968 para regresar a su hogar en Cambridge y luego empezó una corta carrera en solitario. Falleció hace dos años debido a un cáncer pancreático.
Debido a su continua introspección mediante el consumo de drogas, Syd fue y seguirá siendo una figura de culto entre sus muchos fanáticos.
Rosemary, su hermana, comentó: “Si te sientes harto de todo y combinas esa sensación con mucho ácido, obtienes un caos… todo eso fue bastante duro, pero inevitable a la vez. Si juntas esos factores seguramente tu cerebro explotará.
La fama no le importaba y nunca la entendió. Tampoco la necesitaba pues desde que fue un chaval estuvo rodeado de gente que le admiraba.
Intentó dejar la música atrás. Si alguien por la calle le llamaba Syd (su verdadero nombre era Roger) no respondía… es que no era Syd, porque Syd era Pink Floyd«.
“Roger nunca estuvo loco. Fue a varios psiquiatras durante su vida y todos ellos siempre decían que era algo inusual pero que no estaba enfermo. Nunca encajó bien todo aquello de las reglas y eso fue lo que le hizo especial”, agregó.
Vía | NME